• 02 de Agosto, 2019

EL PECADO TRAE MUERTE ESPIRITUAL

En el corazón humano no pueden seguir las influencias del mundo; seguir acordándose del mundo. Si por la gracia de Dios has escuchado el evangelio de Cristo, deja que el poder de Dios transforme tu ser y tengas vida espiritual, tomando victoria, ya no pecando más.

Ninguna persona que practica el pecado puede tener comunión con Dios, Él rechaza y abomina el pecado porque es tres veces Santo.

El pecado trae la condenación eterna del alma, esclaviza al que lo practica, pero en Cristo hay liberación de toda atadura que este oprimiendo tu alma.

Sí se puede vivir una vida recta ante los ojos del Creador, por eso la palabra de Dios alumbra el entendimiento, quita la venda de los ojos. Cuando andamos a la luz de Su palabra, por medio del Espíritu Santo, esas cadenas espirituales se rompen y nace una nueva persona que se deleita en la presencia de Dios.

Se hace de manifiesto para todos alrededor. La obra de Dios también se hace visible para testimonio a otros, y con esto, en ellos surge una esperanza para su vida, cuando se reconoce que Cristo es el camino, la verdad y la vida.

Dice la Palabra de Dios en Colosenses: "Haced morir, pues, lo terrenal en vosotros: fornicación, impureza, pasiones desordenadas, malos deseos y avaricia, que es idolatría. Cosas por las cuales la ira de Dios viene sobre los hijos de desobediencia, en las cuales vosotros también anduvisteis en otro tiempo cuando vivíais en ellas. Pero ahora dejad también vosotros todas estas cosas: ira, enojo, malicia, blasfemia, palabras deshonestas de vuestra boca. No mintáis los unos a los otros, habiéndoos despojado del viejo hombre con sus hechos".

Cuando entendemos la corrupción que produce el pecado, surgen las ganas de estar en guerra contra el pecado, vencer lo malo, tener la convicción para rechazarlo. No se puede jugar con el pecado, porque si se le da cabida puede convertirse en una práctica en la vida, envolviéndolo en una condición peor de la que estaba.

Por eso dice en la biblia "absteneos de toda clase de mal". Hay que tener la determinación en la vida, no solo ir a la iglesia por ir, hay que dejar que Dios haga su obra perfecta con cada persona, no se puede amar las cosas pasadas, las amistades ya no deben influenciar a hacer o decidir algo.

Cuando se escucha el mensaje de Dios en cada culto, la persona ya sabe cómo está conduciéndose y si agrada o no al Creador. Si no se quiere seguir las pisadas del buen Maestro es contado por pecado, porque la persona ya fue enseñada. Por eso la amistad con el mundo es enemistad con Dios.

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