• 02 de Julio, 2019

¡Escucha, Dios te está llamando!

Si le abres tu corazón a Jesús, ten en cuenta que dejarás de vivir para ti. Le darás a Él todo el control, y lo aceptarás como tu único Señor y Salvador. Esta decisión cambiará tu vida por completo, no necesitarás seguir pecando, perder la paz, irritarte u ofenderte. Jesús sanará, salvará y restaurará tu vida. Hoy Él quiere morar y hacer de ti una nueva criatura.

Desde el día de nuestra concepción, en lo más profundo del alma y corazón, nace la semilla que Dios sembró: adorar su nombre y vivir para Él. La necesidad de llenar el vacío del alma que, a través del tiempo surge, refleja la marca imborrable de nuestro Creador. Él es nuestra fuente indescriptible de gozo y paz; tesoros del alma que el mundo jamás podrá brindar.

Cuando aceptas a Jesús como tu único Señor y Salvador, y decides alejarte de todo el pecado (acciones que te separan de Dios), vuelves a nacer, dejas el viejo hombre.  Un amor Divino te irá inundando el corazón hasta que no haya espacio más que para Dios.  Te llenarás de Él para llevarlo a los demás.

Podrás abrazar al enfermo, al débil, al necesitado, al que está solo, y hablar de ese amor que te transformó. Una sola palabra bastará para llenar sus esperanzas: Dios. Con un “Dios te ama” cambiarás sus vidas con la certeza de saberse amados. Él Espíritu de Dios morará en ti, y Él te mostrará ese mundo espiritual que muchos desconocen.

Si realmente quieres responder a Su llamado, hoy Jesús te pide que dejes todo por Él, que le entregues tu vida y la gastes en algo grande, más grande de lo que puedas imaginar. Quiere que seas su mensajero y le muestres al mundo su interminable amor. Él quiere que seas diferente y te atrevas a vivir el Evangelio.

“¿A quién enviaré? ¿Quién irá en mi nombre?”, te pregunta. Muchos han respondido: “Aquí estoy. Envíame a mí”, y hoy son nuestros pastores, líderes; hombres y mujeres de inspiración. Su llamado es para todos. Pero hoy, te ha llamado a ti. Pero recuerda seguir el llamado de Dios es mucho más que hacer algo en la iglesia, es estar comprometido con Su santidad.

Dios derramó de Su presencia en la Iglesia San Pedro Ayampuc, obra que es representada por el Ps. Luis Chic. También se contó con la visita internacional del Rev. Marco Rau Lara, y el Rev. Marco Antonio Neira. Dios sigue fortaleciendo a Su pueblo con sus preciosos instrumentos, Él sigue transformando vidas. ¡Estamos en victoria!

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